Después de unas merecidas vacaciones retomo el teclado para traerles una nueva, por así llamarla, nota. En ese periodo me topé con un comic que hace muchos años no leía: El Cazador. Debo aclarar que esta entrada fue escrita antes que la de Kick-ass.
En realidad entre en una comiquería nueva que hace mucho no visitaba, con el propósito de buscar unos comics para un amigo, en eso veo unos libros y me dije a mi mismo porque no comprármelo. Creo que fue en parte la melancolía y el recuerdo que trajeron hacia mí ese viejo sabor a humor bien argentino añejándose en mi boca me impulso a la compra de 3 de los 7 tomos. Después de mi ataque consumista, realmente pensé que no solo era una buena compra, sino también que era una excelente fuente de inspiración e ideas para una entrada. De este modo tengo el honor de dar comienzo a uno de los tantos homenajes “cazitas” que dan vuelta por internet, aunque este es especial ya que es mi visión personal.
Aquellos interesantes tomos que compilan todas las aventuras y desventuras del Cazador, son esa necesaria colección que de seguro algún momento saldría. Tengo que agregar que no es una colección nueva ya que corresponde a la editorial Deux Books, año 2008; la cual se extiende hasta fines del 2009.
Ahora bien, el comic es, en un principio, una vulgar parodia a la sociedad y política argentina de mediados de los 90’s teniendo como personaje principal al Cazador. Un sucio despreciable y seguramente mal oliente personaje, que representa lo más bajo de la cultura argentina, habla mal, y no solo pronunciando mal sino también hace uso de un vocabulario tan vulgar como el de un barrabrava. Sin embargo, no solo es una parodia increíblemente efectiva, sino que se convierte en un icono representativo de la juventud de la época, casi podría decir que fue transformado en una especie de anti-prócer. Seguramente Sarmiento o San Martin se retorcieron en su tumba durante la existencia del Cazador. Se de jóvenes que decían: a mí me gusta leer el cazador porque es una revi con puteadas.
Dentro del periodo de su existencia comercial el Cazador marco y represento a casi todo joven comiquero de mediados de los 90’s. Llego a convertirse en un icono internacional siendo conocido en países vecinos como Chile o Uruguay. Casi podría decir que es como nuestro propio Condorito.
El meticuloso trabajo de los diseños con unos magníficos dibujos, en especial los primeros volúmenes en blanco y negro, con esos pequeños detalles casi imperceptibles, mezclados con el fino uso del lenguaje vulgar en cada dialogo, cuando te das cuenta de esos bizarros detalles que ineludiblemente te hace cagar de risa. Podría decir que es uno de los mejores, sino el mejor, comic contemporáneo argentino.
Creo que parte de su eficacia está situada en recrear esa desdibujada sociedad argentina de los noventa en la que la falta de valores era, y es, increíblemente notoria. Donde la denuncia social se acrecentaba en cada rincón de la manifestación artística de la época, en donde la creciente ira en contra de la corrupción socio-política era una avalancha que terminaría en la explosión social de la crisis del 2001; y el Cazador no podía estar afuera de todo eso. Creo que sus creadores manifestaron claramente su visión de la sociedad sino también su indecorosa burla hacia todo lo existente en este retorcido mundo. La carga social de ese comic se perdió luego de los primeros volúmenes, sin embargo no dejo de satirizar todo lo existente. Al fin y al cabo la idea principal era entretener, y la sátira es la mejor manera de reflejar la verdad.