Iba caminando por las calles de una ciudad que se derretía ante la furia desmesurada del sol. Todo ardía, yo ardía también. De pronto, siento una estremecedora brisa fría a un costado mío. Miro para ver que pasa y solamente veo un muchacho caminar como si nada. Era inmune al calor. Entonces fue que me di cuenta porque eso era así. Tenia una remera del Barcelona…
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