Necesito un poquito del sol que vos no usas, míralo desde ese lado

No chicos, no es algo romántico, ni un escrito en donde voy a filosofar pelotudeces sobre el sol, la vida o alguna otra cosa que se les pueda haber pasado por la cabeza. Es simplemente una de las mejores, profunda y más memorable frase de películas que este año escuche, El Hombre De Al Lado. Hoy dando un roscaso formidable a la temática del blog, voy a hacer una crítica de una película argentina, algo que muy pero muy rara vez van a ver o leer por este blog.

La película, ganadora de varios premios internacionales de cine, es una comedia negra, una película que nos presenta una atmosfera oscura algo turbia diría yo. Donde de a ratos vamos a tener momentos de risas algo esparcidos y sutiles momentos cómicos. No es una gran película de capos cómicos como una de Porcel u Olmedo, es más bien un humor más pensado, más difícil de llegar a causarte carcajadas interminables.

Partiendo del título, la película nos invita a pensar o suponer de que se trata: un problema ente vecinos. Y es de esta sutil pero no ineficaz manera, que se nos invita a presentar en la cotidianeidad de la situación. Todos, pero absolutamente todos, en algún momento de nuestras vidas nos vamos a quejar de nuestros vecinos, si ya no nos quejamos antes. Porque es parte de la convivencia diaria la que nos dice que inevitablemente los problemas entre vecinos van a surgir.

Es así que el largometraje deambula de un extremo a otro. De un sujeto con matices de primer mundo, aparentemente impregnado del mejor arte y cultura (no es mi pensamiento sino el de la película), con esos aires de superado y alejado de la realidad de en qué país vive, se nos presenta como el personaje principal a partir del cual veremos los acontecimientos. Por otro lado, tenemos el vecino, el oscurito (como lo define la mujer del personaje principal), el grasa convencido, este que es el personaje más carismático y más atrayente de esta historia. Y claro está que tiene que ser así para mostrar el contraste entre dos mundos, tan distintos como tan iguales.

De ese modo, contrastando dos mundos completamente diferentes se nos narra la historia peculiarmente conocida por todos, pero de un modo ingenioso. La fotografía y la utilización de la cámara, realmente me gusto mucho. Tenía ese singular toque documental, pero no del que te hacen sentir alejado de lo que vez, sino más bien te sentís parte de lo que pasa, te sientes presente en la situación. Te hace sentir uno más en lo que pasa.

Finalmente lo que les puedo decir es que la vean, sin ansias de morirte de risa, sin ansias de esperar minitas en bolas o algo así; sino dispuestos abrir los ojos y la mente. Porque como digo siempre, en la vida hay tres cosas que uno no puede elegir cuando llega a este mundo y ellas son: Los padres, el nombre que estos te pongan, y los vecinos. Les dejo el tráiler para que lo miren.

Clasificación: 4 FeRcHoX (Muy buena)